QUIERO CORREGIR MIS DIENTES TORCIDOS

Por fín me he decidido, voy a corregir mis dientes, quiero tener una sonrisa perfecta porque aunque soy una persona muy abierta a veces siento algo de vergüenza al sonreír.
Tengo 39 años y ya fui a pedir presupuesto hace tres años para colocarme los braquets blancos y el precio me pareció tan desorbitado que aquí sigo con los dientes torcidos.
Me dijeron que me costaría 7000 EUR, una barbaridad. Así que decidí esperar.

Mis paletos están ligeramente inclinados hacia adentro, lo que me da un aspecto más infantil. También puede ser que los dientes adyacentes sobresalgan un poco.
Los dientes de abajo están cada vez peor, están empujando al colmillo izquierdo y van a conseguir echarle de la boca, como le ocurrió a mi madre, que se lo tuvieron que sacar cuando era mucho más joven que yo. Recuerdo aquel colmillo de mi madre súper largo en la bandeja una vez extraído, qué horror! y qué largo! Dicen que si te extraes un colmillo se te desfigura la boca, que pierde su contorno.. así que hay que salvar al pobre colmillo.

Cuando era pequeña llevé aparato entre los 7 y los 10 años...

He de decir que fue un suplicio, dolía y las visitas al dentista en Móstoles se hacían cada vez más a menudo y eran cada vez más aburridas.
Mis dientes eran graciosos, el único problema que tenía era un gran hueco entre los paletos. Hueco que hoy día quisiera volver a recuperar, puesto que ahora los tengo apiñados.

En 2005 me hice un blanqueamiento dental, fue caro, en una clínica en el Paseo de la Castellana de Madrid. Por aquel entonces me costó 600 EUR.
Se trataba de hacer unos moldes de tus dientes para crear unas férulas transparentes donde colocar al menos seis horas un producto bastante corrosivo en contacto directo con tus dientes.

No me resultó agradable, se metía la saliva y al aspirar para sacarla se salía el gel blanqueador cuyo sabor era amargo y te hacia pensar que estabas haciendo algo muy malo para tú salud tragándotelo.
Ese fue mi primer contacto con las férulas dentales.

Mi segunda experiencia es reciente. Hace dos años me recetaron una férula protectora que te pones por las noches con la que evitar que chirríe los dientes y los vaya desgastando. Dientes desgastados son dientes que duelen por falta de dentina y que se vuelven más sensibles al tacto, frío o calor. Muchas veces pensamos que tenemos caries y lo que en realidad ocurre es que nuestras muelas están perdiendo dentina y duelen al faltarle la capa protectora dental.
He de decir que esta férula es incómoda, porque sigues apretando la mandíbula mientras duermes y tus dientes chocan contra ella haciéndote sentir incómodo.

Nunca me imaginé con braquets teniendo casi 40 años. Así que siempre pensé que mis dientes se iban a quedar así para siempre.
Pero un buen día me crucé con una amiga que llevaba una funda transparente en los dientes y me explicó lo que era. Algo súper moderno, transparente y un tratamiento cuya duración es relativamente corta, comparada con los dos o tres años que hay que sufrir los dichosos braquets. A ella le dijeron que tendría que llevarlo seis meses.
Casi visto y no visto.
Se me abrió el cielo. Yo también quería hacer el tratamiento con INVISALIGN.

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